miércoles, 23 de mayo de 2018

Que nadie duerma. Juan José Millás


QUE NADIE DUERMA
JUAN JOSÉ MILLÁS
EDITORIAL ALFAGUARA
218 PÁGINAS


SINOPSIS

"Cuando estás con la mente y con el cuerpo en el mismo sitio, la realidad adquiere una luz extraordinaria. Créeme".
El día en que Lucía pierde su empleo como programadora informática es también el día en que su vida va a dar un giro definitivo, tal vez por una sucesión de casualidades o tal vez porque ese era el destino que le estaba esperando desde su décimo cumpleaños.  Como si de un algoritmo se tratara, Lucía establece los siguientes principios sobre los que basará su existencia futura: va a dedicarse a ser taxista; recorrerá las calles de Madrid -o tal vez Pekín- al volante de su taxi mientras espera pacientemente la ocasión de llevar en él a su vecino desaparecido, del que se ha enamorado, y todos los acontecimientos importantes para ella tendrán como banda sonora, a partir de ese momento, la ópera de Puccini Turandot, de la que se siente protagonista.
Lo cotidiano y lo extraordinario se entremezclan en esta novela de amor y terror protagonizada por un personaje femenino inolvidable. En ella están presentes todas las claves del universo narrativo de Millás: la ironía, el desdoblamiento del yo, las distintas facetas que componen la realidad, la soledad y la constatación de una verdad inmutable, la de que el espejo en el que miramos nuestras vidas nos devuelve, indefectiblemente, una perspectiva insólita ante la que solo cabe el más puro de los asombros.

Juan José Millás se ha convertido en uno de mis escritores favoritos, y a pesar de tener varios libros suyos pendientes, voy al día con las últimas publicaciones. Millás es un escritor peculiar al que hay que saber pillarle el truco, no porque sus libros sean complicados, sino porque acompaña lo cotidiano con humor y con una acidez peculiar. Particularmente no me gustan los libros surrealistas y con cierto sarcasmo, pero con el primer libro suyo que leí mordí el anzuelo por el sitio adecuado y me enganché a esa realidad fantasiosa.

La editorial dice de esta novela que es "El mejor Millás", no me gustan demasiado las etiquetas porque es algo bastante personal y muy de marketing, y no sé si ésta es la mejor, ni si el escritor deja el listón más alto de lo que lo tenía. Más bien diría que en esta novela, Juan José Millás, sigue fiel a sus historias y nos encontramos con un "Millás en estado puro". E incluso se acerca a Kafka y nos regala una magnífica obra que sigue los pasos de "La metamorfosis", donde Lucía, la protagonista, es una mujer pájaro que a ritmo de ópera intenta dar un giro a su vida. Una aventura con aires de realismo mágico y tintes góticos que la convierten en un cuento fantástico.

Lucía, es una falsa delgada que, acaba de perder su trabajo de programadora informática y necesita dar un giro a su vida. Se encuentra en esa edad crítica en que la soledad y los cambios desesperan, y además tiene la misma edad que su madre al fallecer. Le gusta desaparecer y conducir kilómetros en busca de su yo interior, por lo que no duda en sacarse el examen para conducir taxis y compra una licencia para recorrer las calles de Madrid en busca de un amor desconocido. La vida no se puede programar, como los ordenadores, y nos encontramos con la alocada aventura de una mujer pájaro. La muerte de su madre aparece una y otra vez en su cabeza y necesita volar y ser libre.
 
"En ningún momento perdió los volúmenes sutiles de las zancudas ni de las falsas delgadas, en quienes, según fue comprobando con el tiempo, la frontera entre la exuberancia y la ligereza se borraba".
 
Una simple canción puede cambiar nuestra vida y así es como la ópera Turandot, de Puccini, interpretada por Pavarotti ilumina a nuestra princesa callejera a través de la rejilla de ventilación del baño. Lucía, con una excusa tonta, visita al vecino para conocerlo, pero de pronto este desaparece del edificio y ella no puede quitárselo de la cabeza. Ahora más que nunca necesita callejear por Madrid con la mirada puesta en encontrar a su querido actor, Braulio Botas.

Lucía, aludiendo al Nessun dorma, se cree una auténtica princesa china que conduce por las calles de Pekín. Una situación extravagante para los clientes que suben al taxi, pero cada carrera es una aventura y un intercambio de impresiones sobre música, relaciones sexuales, enfermedades y miedos. A veces es difícil saber quien tiene más cordura, si la taxista o los pasajeros. Con ellos recorremos desde las calles más céntricas, de la capital, hasta el rincón más insospechado y peligroso. Un tour que nos enseña las dos caras de una ciudad y la relación que surge entre los pasajeros de un taxi. Hay quien aprovecha la carrera en coche para contar intimidades y soltar tensión, aprovechando el anonimato y utilizando al taxista como un psicólogo.
 
Millás es un autor que escribe historias con apariencia simple, pero que son como armas de doble filo. Podemos quedarnos en la superficie o escarbar entre líneas y recolectar el auténtico fruto escondido. Sus novelas son como cebollas que al quitar capas encontramos la jugosidad.
 
Nessum dorma, el aura más famosa de la ópera Turandot, significa que nadie duerma. De aquí sale el título de esta novela tan musical y dramática que puede tener varias visiones más en la obra. También nos descubre una ciudad en ebullición, donde a todas horas hay movimiento, y en cualquier momento despertamos ante un crimen. O también es una manera de criticar el vivir dormidos sin prestar atención a la gente que tenemos a nuestro alrededor.
 
Que nadie duerma es una novela de amor y venganza narrada en forma de leyenda que sorprende por su impresionante final. Millás convierte en magia y reflexión lo cotidiano con su magnifico toque de humor.
Que nadie duerma, que nadie duerma.
Tú también, princesa,
en tu fría estancia
miras las estrellas que tiemblan
de amor y de esperanza.
Mas mi misterio
está encerrado en mí.
Mi nombre nadie sabrá.
No, no, sobre tu boca lo diré
cuando resplandezca la luz
y mi beso deshará
el silencio que te hace mía.
Disípate, oh, noche.
Estrellas, ocultaos.
Al alba venceré.
¡Venceré!
¡Venceré!
 
Que nadie duerma, lo que parece un cuento puede ser la realidad.